Almas gemelas
- Cristina González
- 5 nov 2017
- 1 Min. de lectura
Bueno, como se supone que escribo novelas en las que la trama principal sigue el hilo de la historia de "amor" entre dos personas, voy a tocar un tema tan polémico como el de las almas gemelas. Procuraré no enrollarme mucho para que puedas leer esto en el lapso en el que tu jefe no está mirando, o entre parada y parada de metro.
No: no eres una persona incompleta que necesita de otra para recuperar la felicidad. Eres una persona con un equipaje vital que abulta y pesa a tus espaldas, que te hace coger una postura determinada para poder cargar con él en su vida cotidiana. Entonces aparece alguien que es capaz de mirar a través de tus maletas y darse cuenta de todo lo que llevas dentro. Y esa persona te hace saber qué cosas necesitas contigo para viajar y cuáles puedes abandonar en cualquier estación. Entonces te liberas y te conviertes en la mejor versión de ti mismo.
Por supuesto, esto es recíproco. Tú también puedes ver sus maletas y aceptarlas tal y como son, con el peso que contienen y se lo haces saber: oye, te veo tal y como eres, y me gustas así. Ni más ni menos. Aunque si quieres, puedo ayudarte a que seas un poquito más feliz.
Y así es como dos personas, que no conciben no haberse conocido hasta la fecha, deciden caminar juntas, compartir su equipaje y equilibrarlo sobre sus dos espaldas para que así, pese menos.
Voy a preparar un poco de café, a todo esto.
